Se define como un trastorno mental que se caracteriza por un patrón continuo de estado de animo, autoimagen y comportamientos inestables. Estos síntomas a menudo resaltan en acciones impulsivas y problemas en las relaciones con otras personas. Una persona con TLP puede tener episodios de ira, depresión y ansiedad que pueden durar desde unas horas, hasta varios días.

El Trastorno Limite de la Personalidad o TPL  comparte muchas características con otros trastornos de la personalidad como el dependiente, el histriónico, el evitativo y el antisocial.

En el trastorno limite de la personalidad, se tiene un profundo temor al abandono y se puede tener dificultad para tolerar estar solo/a. Emociones como la ira desmesurada, la impulsividad y los frecuentes cambios de ánimo pueden alejar a los demás, pese a que quieran tener relaciones afectuosas y duraderas.

Este trastorno generalmente comienza en la edad adulta temprana. La afectación parece ser peor en la temprana y pueden ir mejorando con la edad.

Las personas con TLP pueden tener cambios de estado de ánimo y mostrar incertidumbre sobre cómo se ven a sí mismos y su papel en el mundo; como resultado, sus intereses y valores pueden cambiar rápidamente. Las personas con TLP también tienden a ver las cosas de manera extrema (pensamiento dicotómico). Sus opiniones de otras personas también pueden cambiar rápidamente (una persona al que consideran amigo un día, puede ser considerado un enemigo o traidor al siguiente). Estos cambios en los sentimientos, pueden llevar a relaciones intensas e inestables.

Síntomas:

  • Miedo intenso al abandono y esfuerzos frenéticos por evitar el abandono (real o imaginario)
  • Alternancia entre extremos de idealización y devaluación en las relaciones interpersonales
  • Autoimagen marcadamente inestable (cambios rápidos de identidad e imagen propias, que incluyen e cambio de metas y valores y verse a si mismo como malo).m
  • Impulsividad potencialmente peligrosa, en relación al dinero, sexo, abuso de sustancias o atracones.
  • Autolesiones o amenazas o intentos de suicidio como respuesta al miedo de separación o rechazo.
  • Inestabilidad en el estado de animo, debida a una marcada reactividad emocional (grandes cambios de humor que pueden durar desde algunas horas, hasta algunos días, que pueden incluir felicidad intensa, irritabilidad, vergüenza o ansiedad).
  • Sentimientos crónicos de vacío
  • Ira intensa e inapropiada o dificultad para controlarla
  • Periodos de paranoia relacionada con el estrés y pérdida de contacto con la realidad, que puede durar desde algunos minutos, hasta algunas horas.

No todas las personas con TLP tienen todos los síntomas. Algunas personas tienen solo unos pocos síntomas, mientras que otras tienen muchos.

Causas

Hoy en día se sabe que el TLP es el resultado de la combinación entre la predisposición biológica a sentir una alta reactividad emocional, la cual llevaría a episodios frecuentes e intensos de impulsividad o irritabilidad y un entorno invalidante.

Se puede asociar con la genética, ya que puede ser hereditario o se puede asociar estrechamente con otros trastornos de la salud mental que ocurren entre los miembros de la familia. También, en algunas investigaciones se ha demostrado la presencia de cambios en ciertas áreas del cerebro relacionadas con la regulación de las emociones, la impulsividad y la agresión. Además, algunos químicos cerebrales que ayudan a regular el humor (como la serotonina), quizás no funcionen de manera adecuada.

Factores de riesgo

Un factor de riesgo es una predisposición genética. Es posible un riesgo más elevado de padecer TLP si un familiar cercano tiene el trastorno o uno similar.

Una infancia con episodios de estrés también es un factor de riesgo. Muchas personas con este trastorno informan que han sido maltratadas sexual o físicamente o desatendidas durante la infancia. Algunas personas perdieron a sus padres o fueron separadas de ellos o de una persona responsable de su cuidado muy allegada cuando eran pequeñas o sus padres/cuidadores consumieron sustancias en forma indebida o tuvieron problemas de salud mental. Otras estuvieron expuestas a conflictos hostiles y relaciones familiares inestables.

Como se puede ver, el TLP se ha asociado con frecuencia a traumas infantiles, por lo que entre los factores de riesgo se encuentran la negligencia y el abuso emocional, ser testigo de violencia doméstica, la criminalidad y el abuso de sustancias por parte de los padres y el abuso sexual reiterado. Se ha hipotetizado que este tipo de victimización crónica llevaría al niño a creer que él es vulnerable e impotente y los demás son peligrosos y afectaría su capacidad para formar vínculos de apego seguros y satisfactorios.

Las personas con TLP conciben el mundo en términos dicotómicos, es decir, sus opiniones sobre ellos mismos, el mundo y el futuro tienden a ser completamente positivos o completamente negativos. Esta forma de pensar llevaría a emociones siempre intensas y rápidamente cambiantes de un extremo al otro, sin posibilidad de términos medios. Como consecuencia natural, los demás perciben estos cambios como irracionales y aleatorios.

Conductas autolesivas

La tendencia de las personas con TLP a sentir emociones negativas con mayor intensidad y frecuencia  que la mayoría de la gente explica en parte su propensión al consumo de drogas, a los atracones de comida (y por tanto a la bulimia nerviosa) o a las relaciones sexuales de riesgo.

Todas estas conductas son llevadas a cabo con la intención de reducir el malestar, como también ocurre en ocasiones con los comportamientos autolesivos, que se usan para apartar la atención temporalmente de las emociones negativas. Muchas personas con TLP que llevan a cabo este tipo de comportamientos afirman que sienten escaso o ningún dolor durante estos episodios, más frecuentes entre los 18 y 24 años.

Para conocer mas sobre las conductas autolesivas te invito a leer el articulo sobre este tema https://anaospinapsicologa.com/uncategorized/las-autolesiones-no-suicidas-todo-sobre-el-cutting/

Complicaciones del TLP

El TLP puede dañar muchos aspectos de la vida de la persona. Puede afectar negativamente las relaciones intimas, el trabajo, el estudio, las actividades sociales y la imagen que tienen de si mismos y dar como resultado lo siguiente:

  • Cambios o perdidas del puesto de trabajo frecuentes
  • No finalizar la formación educativa
  • Múltiples problemas legales
  • Relaciones conflictivas, problemas de pareja o divorcio
  • Causarse daño a si mismo, como cortes o quemaduras y hospitalizaciones frecuentes
  • Involucrarse en relaciones abusivas.
  • Embarazos no planificados, infecciones de transmisión sexual, accidentes automovilísticos y peleas debido a una conducta impulsiva y riesgosa.
  • Intento de suicidio o suicidio consumado

Además, las personas con TLP pueden sufrir otros trastornos mentales como:

  • Depresión
  • Consumo de alcohol u otras sustancias
  • Trastornos de ansiedad
  • Trastornos de la alimentación
  • Trastorno bipolar
  • Trastorno de estrés postraumático
  • Trastorno por déficit de atención con hiperactividad
  • Otros trastornos de personalidad

Relación con la dependencia emocional

El TLP se relaciona con la intensa necesidad de tener una relación intima con otra persona, sea romántica o no. Estas relaciones reducen los sentimientos de vacío y de falta de valor personal y hacen que la persona con TLP se sienta protegida en un mundo que se concibe como peligroso. Siendo tan fuerte su necesidad de estar unido al otro significativo, no es de extrañas que las personas con este trastorno sean extremadamente sensibles a la posibilidad de ser abandonados; actos banales de los demás son en muchas ocasiones interpretados como signos de un abandono inminente.

Los comportamientos autolesivos pueden ser usados como intentos de manipular a los demás para que no los dejen o como forma de vengarse si sienten que han sido abandonados. Los síntomas de TLP tienden a disminuir con la edad incluyendo los comportamientos autolesivos. Sin embargo, en personas mayores, éstos pueden manifestarse de maneras algo diferentes, como mediante el descuido de la dieta o de los tratamientos farmacológicos. Paradójicamente, la fuerte unión al otro puede llevar también al miedo de que la propia identidad, frágil e inestable, sea absorbida. Se teme además que el abandono percibido como inevitable, sea más doloroso cuanto más intima la relación.  Es por esto que la caótica conducta interpersonal e las personas con TLP puede considerarse una estrategia inconsciente para evitar una estabilidad que se puede llegar a temer tanto como los sentimientos de vacío.

Muchas personas con TLP varían entre el miedo a la soledad y el miedo a la dependencia, manteniendo sus relaciones durante un tiempo en un equilibrio inestable y patológico. Los demás tienden a apartarse de ellos, lo que refuerza sus creencias de que merecen ser abandonados, configurando un círculo vicioso donde la persona con TLP causa aquello que teme que suceda.

Depresión en TLP

El TLP conlleva una fuerte predisposición a los episodios depresivos, debido a que se relaciona con una baja autoestima, sentimientos de culpa, desesperanza y hostilidad hacia los demás. Hay quienes afirmas que el TLP podría considerarse un trastorno del estado de animo y que la inestabilidad emocional característica del trastorno se ha relacionado incluso con el trastorno bipolar.

Tratamiento

Actualmente es el único trastorno de personalidad para el que se conoce un tratamiento eficaz. El tratamiento es el de la Terapia Dialéctica de Conducta, creada por Masha Linehan en 1993. la Terapia Dialectica de Conducta se basa en la aparente paradoja que dice que para poder cambiar, es necesaria la aceptación radical de uno mismo. Esta terapia también se enfoca en el concepto de estar plenamente consciente o de reconocer y estar atento a la situación y al estado emocional actual. Entre otras estrategias, este tratamiento incluye estrategias de regulación emocional, entrenamiento en habilidades sociales y modificación de creencias.

Otro tratamiento para el TLP es la Terapia Cognitivo-Conductual puede ayudar a las personas con el TLP a identificar y cambiar las creencias fundamentales o los comportamientos subyacentes a la percepción equivocada de sí mismos y de otros, así como los problemas de la interacción con los demás. Este tipo de terapia puede ayudar a disminuir los síntomas de cambios de estado de ánimo y de ansiedad, así como reducir el numero de comportamientos suicidas o de comportamientos autodestructivos.


Ana Ospina

Psicologa clínica y forense

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