Se puede definir la conducta como la forma de actuar de un individuo, así como es la conexión establecida entre la respuesta de un organismo y una situación ambiental concreta, que en ocasiones puede resultar desadaptativa.
Para aumentar su funcionalidad (mediante su eliminación, disminución o cambio), se pueden aplicar principios de aprendizaje, que se conocen como técnicas de modificación de conducta.
Técnicas
Reforzamiento de conductas
Es una de las principales técnicas de modificación de conducta, debido a su eficacia. Se utiliza, cuando se quiere aumentar la presencia de conductas adecuadas o deseadas. Existen dos tipos de refuerzo: el positivo y el negativo.
El refuerzo positivo consiste en aumentar la probabilidad de ocurrencia de una conducta, siguiéndola de un estimulo satisfactorio. Por ejemplo, felicitar a un niño por tener buenas calificaciones en el colegio fomentará el posterior esfuerzo en el estudio.
El refuerzo negativo es el aumento de la probabilidad de aparición de conductas que detienen eventos desagradables. Por ejemplo, subir por las escaleras en vez de subir por ascensor, para evitar la ansiedad (en el caso de una persona claustrofóbica).
Aspectos a tener en cuenta en el reforzamiento:
- El refuerzo debe ser proporcional al esfuerzo de la conducta a desarrollar.
- Es preferible que tengan una naturaleza intrínseca (cuyo valor de reforzamiento venga definido por la propia persona).
- Que sea el ambiente quien refuerce.
- El intervalo de tiempo transcurrido entre la emisión de la conducta y el reforzador debe ser inmediato para que sea más eficaz, porque de esta forma queda más claro qué acción ha hecho que aparezcan.
- Para la consolidación y mantenimiento a largo plazo de la conducta, es preferible que este intervalo aumente de forma progresiva, de esta forma, poco a poco se va dependiendo menos de ese plan de reforzamiento, hasta que la conducta ya quede asimilada y forme parte de los propios hábitos.
Reforzamiento intermitente
Al hablar de reforzamiento intermitente, se hace referencia a la misma técnica de modificación de conducta anterior, pero recurriendo a los refuerzos de una forma intermitente y no continua, es decir, se trata de reforzar una conducta de manera ocasional.
Moldeamiento
Se define como el reforzamiento sistemático de pequeños pasos que llevan a la conducta deseada. Un ejemplo es el aprendizaje para escribir: no aprendemos directamente a escribir oraciones, sino que primero conocemos las letras, practicamos la caligrafía, asociamos letras formando silabas, luego palabras, luego oraciones, etc.
Para una buena aplicación se debe concretar la conducta final (para conocer qué comportamiento se quiere obtener una vez finalizado el proceso) y la conducta inicial (para conocer la línea base de la que parte la persona), los pasos a seguir durante el proceso y el ritmo del progreso.
En ocasiones, el moldeado se acompaña de otros métodos de apoyo como las incitaciones (indicaciones verbales que guían la conducta a emitir: por ejemplo, la G y la I llevan una U en medio para escribir GUISO), una guía física (tomar la mano del aprendiz para ayudarle a conseguir la forma de la O) o la ejemplificación (donde el maestro actúa como modelo para ser imitado: el mismo dibuja la letra).
Aprendizaje por modelos o modelado
El aprendizaje por modelos o modelado o aprendizaje por imitación, se adquiere por medio de la observación del comportamiento de otra persona. El aprendiz ve el refuerzo que el modelo consigue por realizar su acción y tratará de imitarlo, siempre que se desee el mismo refuerzo.
El proceso de modelado consta de una fase de aprendizaje y otra de ejecución, que pueden darse con mayor o menor eficacia, en función de variables como las características del modelo, del observador y la situación o de la motivación, la calidad de la ejecución y la generalización.
Desvanecimiento
Hace referencia a un cambio gradual de la conducta. Se trata de acompañar la conducta mediante ayudas verbales o físicas, para convertirla en una conducta deseada. Estas ayudas se deben ir retirando con el paso del tiempo, hasta que la persona sea capaz de realizar la conducta deseada por si misma, sin necesidad de recibir ayudas.
Encadenamiento
Supone descomponer una conducta compleja en conductas sencillas, de manera que cada una de ellas suponga un eslabón de la cadena. La adquisición de la conducta se produce mediante el reforzamiento de los “eslabones”, los cuales son estímulos reforzadores para la respuesta anterior y estímulos discriminativos para la siguiente.
El aprendizaje de esta técnica puede realizarse de varias formas:
- Encadenamiento hacia atrás: es el más utilizado y se empieza por el ultimo eslabón y se van enseñando los restantes, en dirección al inicio de la conducta.
- Encadenamiento hacia adelante: se enseña el primer paso y se refuerza, luego se enseña el segundo y se refuerza la realización de ambos juntos, etc.
- Tarea completa: utilizado para tareas sencillas, se trata e que el sujeto realice todos los pasos seguidos, repitiendo la operación hasta que se consolide el aprendizaje de la conducta. El reforzador se proporciona tras la realización de todos los pasos.
Castigo
Es otra de las técnicas de modificación de conducta más utilizadas, especialmente en la infancia. La aplicación de un castigo como consecuencia inmediata, después de la realización de una conducta no deseada, permite reducir la probabilidad de una aparición futura de esa misma conducta no deseada. Existen dos tipos de castigo: el positivo y el negativo.
El castigo positivo es un estimulo aversivo o no deseado, que se usa para reducir la frecuencia de la aparición de determinadas conductas en situaciones similares.
El castigo negativo es el retiro de un estimulo agradable.
Extinción
Consiste en retirar los refuerzos que previamente sostenían una conducta. De este modo, se inicia un proceso de debilitación de la conducta, hasta que termina por desaparecer. Para su aplicación, es necesaria la identificación previa del reforzador que mantiene la conducta disfuncional y su naturaleza (no basta con eliminar cualquier reforzador que acompañe la conducta, sino con todo aquel que la esté manteniendo).
Hay que tener en cuenta que en ocasiones, la conducta indeseada puede verse incrementada inicialmente en el proceso. Este incremento puede mantenerse durante largos periodos de tiempo (especialmente si la conducta ha sido mantenida por un reforzador intermitente, que supone una mayor resistencia a la extinción), pero posteriormente se debilitará hasta quedar eliminada.
Saciación
Consiste en la presentación masiva de un reforzador, para debilitar su valor reforzante: se administra de forma excesiva en un breve espacio de tiempo, por lo que termina por resultar aversiva a la persona, lo que evita al final, ciertos comportamientos.
Pueden distinguirse dos modalidades en esta técnica: la saciación del estímulo y la saciación de la respuesta. Para aplicarlas, es necesario detectar las conductas indeseables. Una vez identificadas y escogida la modalidad de saciación, ofrecemos una conducta alternativa a la persona (para que sustituya por la que es disfuncional) y conseguir su mantenimiento.
Desensibilización sistemática
Es la técnica de modificación de conducta más usada para tratar las fobias y otros trastornos relacionados con la ansiedad. Consiste en tres pasos:
- Entrenamiento en relajación: se le enseña al paciente a relajarse mediante distintas técnicas de relajación.
- Jerarquizar las situaciones temidas: se ordena de forma jerárquica, las situaciones que son temidas por el paciente, de menor a mayor grado de temor. Una vez creada la lista jerarquizada de situaciones temidas, el paciente debe evidenciar el grado de ansiedad que le provoca cada una de las situaciones de la lista y enumerarlas en función del grado de ansiedad que le provoca cada situación (de 0 a 10).
- Desensibilización sistemática: se trata de exponer al paciente a dichas situaciones temidas, empezando por las menos temidas y avanzando en la lista de manera gradual. La exposición puede ser llevada a cabo mediante la imaginación, la realidad virtual y la exposición en vivo. Así pues, en función del paciente y su situación en concreto el profesional deberá escoger cual es el tipo de exposición que mas le conviene. Mientras se avanza gradualmente en la jerarquía creada por el paciente, se debe mezclar con las técnicas de relajación con tal de poder ir reduciendo el temor y la ansiedad que las situaciones puedan llegar a provocar en el paciente.
Técnica de exposición
Tiene como objetivo afrontar de forma sistemática, situaciones que generan respuestas de ansiedad, evitación o escape. La persona se expone a los estímulos temidos, hasta que la ansiedad disminuye, al ver que las consecuencias que espera que sucedan, no ocurren.
Con esta técnica, se pretende evitar que la persona establezca a evitación y el escape, como señales de seguridad.
La exposición continuada y prolongada a los estímulos temidos, permite la reducción de la respuesta de miedo y ansiedad. Constituye una técnica clave para intervención en trastornos de ansiedad. Existen diferentes tipos de técnicas de exposición como la exposición en vivo la exposición en imaginación, la exposición en grupo, la autoexposición o la exposición a través de nuevas tecnologías.
Tiempo fuera
Consiste en retirar consiste en retirar al sujeto en la que realiza la conducta que se desea eliminar. Durante ese tiempo no se le dirige la palabra al niño, ni se le echa la bronca durante y después del periodo de aislamiento.
Algunas pautas para su aplicación son:
- La primera vez que se aplique, se le deja claro al sujeto que no se le dejara de aislar hasta que la conducta cese.
- Antes de aplicar el aislamiento, debemos intentar controlar la conducta de modo verbal.
- El tiempo de aislamiento debe ser un minuto por año de edad y puede aplicarse hasta los 15 años. De esta manera evitaremos que pueda entretenerse con la invención de alguna actividad.
- No reforzaremos ni positiva ni negativamente antes o después del aislamiento.
- Si esta técnica no resulta en una semana debemos cambiar el procedimiento.
Sobrecorrección
El objetivo principal es compensar las consecuencias de la conducta desadaptativa. Se puede aplicar de dos maneras:
- Sobrecorrección restitutiva: el sujeto debe restaurar el daño que ha hecho.
- Sobrecorrección de practica positiva: consiste en repetir una conducta positiva.
Economía de fichas
Los reforzadores que se usan son fichas que después se intercambian por algo que al sujeto le guste. Para eliminar la conducta indeseable se hará a través de la perdida de las mismas. Se deben dejar claros los objetivos que se van a trabajar, así como los premios a los que se podrá acceder mediante la realización de conductas especificas y fijación de precios de las fichas para cada uno de ellos.
Debemos tener en cuenta:
- Las fichas deben administrarse una vez realizada la conducta
- El tipo de fichas dependerá de las características y gustos del individuo.
- La persona podrá elegir entre diferentes premios.
- Debe mantenerse un equilibrio entre las fichas que se ganan y las que se gastan.
- El precio de los premios debe estar ajustado a la frecuencia de su consumo, a las preferencias de la persona y a su coste económico.
- Es conveniente fijar cuándo se van a hacer los intercambios y estipular un sistema de ahorro.
Contrato conductual
Es un acuerdo escrito entre distintas partes (pareja, amigos, etc.) para cambiar alguna conducta, ya sea por parte de ambos (contrato multilateral) o de una persona (contrato unilateral). Los términos del contrato se negocian entre todos, hasta llegar a un acuerdo.
Hay que tener en cuenta lo siguiente:
- Las partes implicadas deben llegar a un consenso a la hora de marcar el objetivo del contrato
- Deben especificarse los privilegios que se lograrán tras la ejecución de la conducta y las penalizaciones porno llevar a cabo los cambios correspondientes.
- El contrato debe contener una clausula adicional de bonificaciones por si la persona excede las demandas mínimas del contrato.
Técnicas de resolución de problemas
Consta de cinco fases o etapas:
- Orientación general hacia el problema
- Definición y formulación del problema
- Generación de soluciones alternativas
- Toma de decisiones
- Puesta en practica y verificación de la solución
Técnicas de autocontrol
Muchos de los problemas de autocontrol se relacionan con la moderación para reducir comportamientos excesivos que son inmediatamente gratificantes como comer, beber, etc. Otros problemas de autocontrol requieren un incremento de la conducta. Existen cinco fases básicas en la mayoría de los programas de auto-modificación o de manejo personal:
Fases de un programa de autocontrol:
- Especificar el problema y establecer los objetivos: qué se quiere modificar
- Comprometerse a cambiar: se debe señalar la importancia que conlleva personalmente modificar ese problema y el esfuerzo que va a realizar para conseguirlo.
- Registrar los datos y establecer las causas del problema: se toma nota de todos los datos que acontecen el problema (dónde, cuándo y cómo suele ocurrir)
- Diseñar y aplicar un programa de tratamiento del problema
- Prevenir la recaída y lograr que la mejoría perdure: para prevenir las recaídas hay que reconocer primero las posibles causas de recaída y adoptar las medidas necesarias para minimizar su efecto. En algunas ocasiones, las recaídas suceden porque no se presta el suficiente interés a los progresos que se hacen y la persona se desanima o porque no se fija claramente unos pasos para la mejora y el sujeto no ve bien si ha mejorado mucho, poco o nada.
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