La masturbación es un proceso natural en la sexualidad de los humanos y se define como la acción dónde se estimulan los órganos sexuales de una persona o los propios, mediante caricias o por otro medio, para proporcionar u obtener placer sexual, es decir, es la acción de procurarse satisfacción sexual a si mismo o a otro.
La sexualidad es un amplio mundo, lleno de practicas, autoconocimiento y riqueza. La masturbación forma parte de ese mundo y otorga muchos beneficios. Han sido muchos los mitos que se han generado alrededor de ella, pero la realidad esta lejos de estas falsas afirmaciones.
Algunos beneficios (físicos y psicológicos) de la masturbación son:
La investigación clínica ha podido demostrar que la masturbación es beneficiosa tanto a nivel físico como psicológico y, de hecho, es ampliamente utilizada como técnica en terapia sexual y de pareja. Algunos de sus beneficios son:
- Físicos
- Provoca un efecto analgésico y puede ayudar con los dolores menstruales, ya que provoca una desinflamación de la zona genital.
- Permite mantener un estado saludable de los genitales, ya que ayuda a mantener una buena lubricación en el caso de las mujeres, y un buen reflejo de la erección y la eyaculación en el caso de los hombres.
- Algunos estudios indican que masturbarse ayuda a fortalecer el sistema inmunológico y evita infecciones, debido a los mayores niveles de inmunoglobina A que se pueden observar en las personas que obtienen más orgasmos.
- Psicológicos
- Ayuda a mejorar el sueño, especialmente en el caso de los hombres, debido a la liberación de serotonina y opioides.
- Tiene un efecto relajante y de sensación de bienestar, ayudando a liberar tensiones tanto sexuales, como fisiológicas y psicológicas.
- Ayuda a explorar y aprender sobre la propia sexualidad, promocionando actitudes positivas hacia el sexo y los genitales, y pudiendo mejorar a su vez el funcionamiento sexual en la pareja.
Por otra parte, la masturbación no es un acto egoísta, inmoral o exclusivo de personas solteras. Cualquier persona puede masturbarse tanto si se tiene pareja, como si no e independientemente de la condición sexual, la masturbación es saludable.
La masturbación, además de darnos placer, también sirve para conocer y aprender sobre nuestros cuerpos, lo que nos gusta y lo que nos excita y lo que no. El problema viene cuando esta práctica se realiza de una manera continua, pudiendo darse varias veces en el mismo día (con algunas horas de por medio) o entre escasos días. Supone pensamientos recurrentes (obsesivos) que se afrontan mediante la masturbación compulsiva.
Se considera un comportamiento patológico, cuando se prefiere la masturbación, antes que la relación sexual normal o se realiza de forma compulsiva.
Sin embargo, con la masturbación ocurre como con el alcohol. Una o dos copas de vino al día pueden ser beneficiosas, pero si una persona consume una botella diaria posiblemente acabe teniendo dolor de estómago, problemas en su vida diaria e incluso puede llegar a desarrollar alcoholismo.
¿Qué es la masturbación compulsiva?
Es aquella conducta de masturbación que se convierte en una actividad independiente del placer sexual, es decir, que va más allá de la frecuencia, intensidad y duración de la masturbación y genera problemas en cómo nos relacionamos con el entorno.
Para establecer si se trata de un acto compulsivo o patológico, el criterio más relevantes es que la persona se centra sólo en el deseo o la acción de la masturbación y existe una incapacidad para impedir, controlar e interrumpir ese comportamiento lo que provocan un malestar significativo y deterioro social o laboral.
Hablamos de masturbación compulsiva, cuando hay una pérdida de libertad por parte de la persona afectada (que recurre a sus conductas sexuales sin ser capaz de evitarlas), cuando hay ansia y fantasías/pensamientos recurrentes, cuando se convierte en el centro de su vida y supone una interferencia grave en su vida cotidiana (malestar emocional y consecuencias negativas).
El masturbador compulsivo es como un alcohólico que se caracteriza por una hipersexualidad que, al no saciarse, está permanentemente presente en el individuo. No le interesa la ternura, ni la calidez en la relación íntima y manifiesta una pérdida de control.
La dependencia al sexo, en este caso mediante la masturbación, también va acompañada de un síndrome de abstinencia, caracterizado por nerviosismo, irritabilidad, ansiedad, dolores de cabeza, temblores e insomnio.
La masturbación compulsiva suele ser más frecuente en hombres que en mujeres y presenta una elevada comorbilidad con otras patologías psiquiátricas, como depresión, ansiedad, abuso de sustancias o déficit de atención e hiperactividad (TDAH).
Algunas personas pueden tener un trastorno psiquiátrico de base, pero en los casos más leves, la masturbación se utiliza para disminuir los niveles de ansiedad.
En cuanto a la edad, no hay datos relevantes que determinen cuándo la masturbación es o no un acto compulsivo, aunque es cierto que los jóvenes suelen ser más proclives a esta práctica.
El exceso de masturbación excesiva puede estar asociado a alteraciones del sistema nervioso central o endocrinopatías; afortunadamente éstas son muy poco frecuentes.
Los hombres pueden tener consecuencias locales de la masturbación en exceso que son, con frecuencia, un tema de consulta a un urólogo. Es fundamental que cualquier lesión genital sea valorada por el especialista, ya que existe el riesgo de dar por alto una lesión de mayor relevancia clínica.
¿Cómo saber si es algo patológico?
Es importante establecer un gradiente que puede ir desde un comportamiento sexual excesivo (que la persona tiene la sensación de que se masturba demasiado), hasta que pueda considerarse un trastorno hipersexual.
La persona deberá detectar que se trata de un caso de masturbación patológica, cuando hay un componente de descontrol o si interfiere en las relaciones de pareja , laborales o sociales, por ejemplo; si la persona prefiere quedarse en casa y aislarse, en lugar de quedar con su pareja, tener relaciones sexuales con ella o prefiere masturbarse que salir con amistades o si se ausenta del trabajo para masturbarse.
El hecho de masturbarse se convierte en una necesidad, y la persona adicta no tiene el poder suficiente para controlarlo y/o evitar masturbarse. Puede darse el caso de que la persona se distancie de las relaciones sexuales y prefiera las prácticas auto-eróticas y de auto-estimulación.
Masturbarse rápido, con el único fin de eyacular para desahogarse, provoca una pérdida de energía sexual, afectando además a los circuitos neurofisiológicos que participan en la respuesta sexual masculina. De este modo, cuando el hombre tenga un encuentro sexual con otra persona puede estar condicionado por el hábito de la masturbación compulsiva, tendiendo así a eyacular rápido para obtener un placer inmediato que lo “desahogue”. Lo que lleva a la búsqueda de la relación sexual es más el alivio que la búsqueda del bienestar o el placer. El sexo se convierte en un remedio para reducir el malestar emocional.
¿Cómo puedo saber si tengo un problema de adicción?
Tienes probablemente un problema adicción a la masturbación, si:
- Ha aumentado en frecuencia o cantidad con el paso del tiempo…
- Has tenido consecuencias físicas, psicológicas, legales o laborales…
- Forma gran parte de las discusiones familiares o de pareja…
- Se lleva gran parte de tu tiempo y de tu dinero…
- Intentas ocultar las consecuencias o mientes…
- Has intentado dejarlo varias veces y no has podido.
- Te dices “sólo será una vez más” y acabas haciéndolo más veces…
- Te lleva a cometer irresponsabilidades …
La adicción a la masturbación es conocida como una adicción de “proceso”, el sentimiento eufórico o estimulante, proviene de químicos liberados en el cerebro, en lugar de una fuente externa. A medida que la mente se acostumbra a la liberación de estos químicos, busca recursos continuos para obtener dicha estimulación. El acto debe ser repetido para reducir o anular una tensión psíquica producida. Las personas se masturban para disminuir su nivel de ansiedad, al igual que lo hacen aquellas que toman una medicación, o recurren al tabaco, alcohol u otras drogas y conductas.
Consiste en conductas estereotipadas que escapan al control del sujeto, interfiriendo en su vida diaria y que no puede dejar de practicar a pesar de los aspectos negativos que implica como: sentimientos de culpa, disminución de la autoestima, ruptura de pareja, daño ocasionado a la familia, problemas legales, problemas económicos o amenaza de pérdida de empleo, e incluso intentos de suicidio. Los pensamientos y conductas van ocupando cada vez más espacio en la vida de las personas afectadas, que puede derivar en el descuido de su aspecto físico y salud, así como las actividades sociales, laborales o familiares.
Características de una adicción
- Incapacidad para mantener la abstinencia
- Deterioro en el control de la conducta
- Dificultad para afrontar los problemas significativos
- Tendencia al aislamiento en las relaciones sociales y personales
- Reacciones emocionales disfuncionales o exageradas
Indicadores físicos de la masturbación compulsiva
- Irritaciones en el prepucio
- Dolor en el pene en el caso de los hombres y en el caso de las mujeres malestar acusado en la vulva, en la parte externa del clítoris o interna de la vagina
- El cansancio o fatiga en general, no solo a nivel sexual”.
Lesiones ocasionadas por la masturbación compulsiva
- Lesión peneana: están las lesiones del frenillo prepucial. El frenillo es la porción de piel que se encuentra justo debajo del meato y glande, que a veces puede ser muy corto y desgarrarse o sangrar durante una masturbación.
- Sangrado: este suele ser muy llamativo dado que la arteria frenular pasa por este sitio anatómico. Una vez controlada la hemorragia por el urólogo en urgencias, el tratamiento definitivo será realizar una frenulectomia o frenuloplastia para evitar lesiones consecuentes.
- Linfedema: es una acumulación de líquido linfático en los tejidos.
- Cortes y/o abrasiones: se pueden controlar de forma conservadora con tratamiento tópicos y reposo.
Tras una masturbación excesiva, el drenaje del líquido linfático se puede ver afectado y ocasionar una inflamación importante en la parte final del prepucio y glande. El tratamiento suele ser con reposo y aplicación de presión local.
El tejido peneano tiene una gran capacidad de regeneración rápida. Sin embargo estas lesiones pueden llegar a tener un aspecto similar a la de una infección de transmisión sexual, por lo que nuevamente el urólogo deberá valorarlas de forma estricta.
Existe un grupo de pacientes que tienen un riesgo de desarrollar lesiones con mayor gravedad o incluso riesgo vital. Tal es el caso de los diabéticos mal controlados o los pacientes con inmunosupresión (trasplantes, quimioterapia). Estos pacientes al tener su sistema inmunológico deprimido, tienen un mayor riesgo de que cualquier lesión pueda progresar rápidamente hacia una gangrena fulminante que requiera de ingreso y cirugía.
La masturbación en exceso puede tener consecuencias, que generalmente son locales. Es imprescindible una valoración urológica para descartar alteraciones neurológicas que lo o lesiones de mayor importancia clínica.
Causas
A pesar de que las causas de la conducta sexual compulsiva son inciertas, pueden comprender:
- Un desequilibrio de las sustancias químicas naturales del cerebro: ciertas sustancias químicas del cerebro (neurotransmisores), como la serotonina, la dopamina y la norepinefrina, ayudan a regular el estado de ánimo. Estos niveles elevados pueden estar relacionados con la conducta sexual compulsiva.
- Cambios en las vías cerebrales: la conducta sexual compulsiva es una adicción que, con el paso del tiempo, podría provocar cambios en los circuitos neuronales del cerebro, especialmente en los centros de refuerzo del cerebro. Como ocurre con otras adicciones, con el tiempo, se suele necesitar contenido y estimulación sexuales más intensivos para obtener satisfacción o alivio.
- Trastornos que afectan el cerebro: ciertas enfermedades o problemas de salud, como la epilepsia y la demencia, pueden provocar daños a las partes del cerebro que controlan la conducta sexual. Además, el tratamiento de la enfermedad de Parkinson con algunos medicamentos agonistas de dopamina puede provocar conducta sexual compulsiva.
Factores de riesgo
La conducta sexual compulsiva puede ocurrir tanto en hombres como en mujeres, aunque es más frecuente en ellos. También puede afectar a cualquiera, sin importar la orientación sexual. Los factores que pueden aumentar el riesgo de tener una conducta sexual compulsiva comprenden:
- Facilidad de acceso a contenido sexual: los avances tecnológicos y de las redes sociales permiten el acceso a una cantidad cada vez mayor de información e imágenes de contenido sexual intenso.
- Privacidad: la discreción y la privacidad de las actividades sexuales compulsivas tienden a permitir que estos problemas empeoren con el tiempo.
Además, un mayor riesgo de tener una conducta sexual compulsiva puede presentarse en personas con las siguientes características:
- Problemas de abuso de drogas o alcohol
- Otra enfermedad de salud mental, como el trastorno del estado de ánimo (depresión o ansiedad) o la adicción al juego
- Conflictos familiares o miembros de la familia con problemas, como la adicción
- Antecedentes de abuso sexual o maltrato físico
Prevención
Como no se conocen las causas de la conducta sexual compulsiva, no está claro cómo se puede prevenir, pero existen algunas maneras de mantener esta conducta bajo control:
- Buscar ayuda pronto para los problemas de conducta sexual: identificar y tratar los primeros síntomas puede ayudar a prevenir que la conducta sexual compulsiva empeore con el tiempo o que se convierta en un espiral de vergüenza, problemas en las relaciones y actos que hacen daño.
- Buscar tratamiento pronto para los trastornos de salud mental: la conducta sexual compulsiva puede empeorar con la depresión o la ansiedad.
- Identificar problemas de alcoholismo y abuso de drogas, y buscar ayuda: el abuso de sustancias puede provocar pérdida del control y tristeza, y puede llevarte a no pensar con claridad y a tener una conducta sexual no saludable.
- Evitar situaciones de riesgo: no pongas en peligro tu salud ni la de los demás exponiéndote a situaciones en las que te tentarás de participar en prácticas sexuales riesgosas.
Consecuencias de la masturbación compulsiva
- Complicaciones psicológicas y sentimientos de culpa e impotencia debido a la imposibilidad de dejar este vicio.
- Aislamiento social: muchas personas adictas , disminuyen su actividad social (con su pareja, familia o amigos), por pasar horas masturbándose. Incluso algunos rompen los bolsillos de sus pantalones para masturbarse constantemente incluso en la calle.
- Problemas para entablar relaciones amorosas: este tipo de personas tiene una visión disociada de la realidad de la vida sexual en pareja, por ende NO logran satisfacerse a sí mismos a través de la sexualidad normal en pareja, ni tampoco logran satisfacer a sus compañeras (os).
- Despilfarro financiero: muchas de las personas adictas a la masturbación acompañan su vicio con otros vicios (pornografía, sexo, pagado, salidas nocturnas, e incluso con otros vicios como el alcohol, cigarrillo y otras drogas, con las consecuentes cargas económicas que esto significa).
- Enfermedades venéreas producto de una vida sexual desordenada (herpes genital o bucal, papiloma humano en genitales o boca, VIH, etc.).
- Síndrome de fatiga, mareos y agotamiento físico, producidos por la debilidad corporal: esto puede influir en las actividades diarias como trabajo, estudio, actividades sociales, familia.
- Desórdenes alimenticios: incremento del apetito por los carbohidratos (comidas ricas en almidón), debido a la falta de serotonina.
- Prematura caída del cabello y decoloración del bello en cabeza y rostro (en el caso de los hombres).
- Respiración corta y ritmo cardíaco irregular.
- Riesgo de infarto al miocardio en adultos de mediana edad.
- Sangrado de nariz: esto se debe al aumento de presión durante el proceso y la perdida de calcio,
- Puntos blancos en las uñas o color violeta por deficiencia de zinc. Puntos blancos en el cuerpo o brote corporal producto de la falta de vitaminas. Ojeras y sensibilidad a la luz.
- Zumbido en los oídos.
- Incontinencia urinaria
- Incontinencia intestinal
- Desórdenes digestivos debido a la debilidad del parasimpático
¿Cuándo consultar al médico?
Busca ayuda si sientes que perdiste el control de tu conducta sexual, especialmente si tu conducta provoca problemas para ti u otras personas. La conducta sexual compulsiva suele empeorar con el tiempo, por lo que debes buscar ayuda apenas reconozcas que puede haber un problema.
Al momento de decidir si quieres buscar ayuda profesional, debes preguntarte lo siguiente:
- ¿Puedo controlar mis impulsos sexuales?
- ¿Mis conductas sexuales me provocan ansiedad?
- ¿Mi conducta sexual daña mis relaciones, afecta mi trabajo o provoca consecuencias negativas, como quedar detenido?
- ¿Trato de ocultar mi conducta sexual?
Buscar ayuda para la conducta sexual compulsiva puede ser difícil por ser un asunto muy personal. Intenta lo siguiente:
- Deja de lado la culpa y la vergüenza, y concéntrate en los beneficios de obtener tratamiento.
- Recuerda que no estás solo; muchas personas luchan contra la conducta sexual compulsiva. Los profesionales de salud sexual están capacitados para ser comprensivos y discretos. Sin embargo, no todos los profesionales de salud mental cuentan con pericia en el tratamiento de la conducta sexual compulsiva; por lo tanto, asegúrate de encontrar un terapeuta competente en el área.
- Debes tener en cuenta que lo que hablas con un médico o profesional de salud mental es confidencial, excepto si informas que vas a lastimarte o lastimar a otra persona, el abuso sexual de un niño, o el abuso o abandono de alguien que forma parte de un grupo demográfico vulnerable.
Busca tratamiento inmediato si:
- Piensas que puedes provocar daños con la conducta sexual descontrolada
- Tienes otros problemas para controlar tus impulsos y piensas que tu conducta sexual se está volviendo incontrolable
- Tienes tendencias suicidas: si estás pensando en suicidarte
Tratamiento (¿Qué hacer?)
La motivación para buscar tratamiento suele ser bastante baja porque la hipersexualidad se tiende a considerar como un vicio y no, como un trastorno.
Como medida de tratamiento, aunque en la mayoría de los casos es recomendable el apoyo de un/a profesional, se pueden establecer metas cortas, como evitar el masturbarse cada X horas y espaciarlo más en el tiempo, evitarlo durante X días y cada vez aumentar más esa cantidad de días hasta que la práctica sea cada vez menos común y no interfiera en su vida diaria.
Hay que tener claro que el objetivo final no es dejar de masturbarse por completo, ya que es una conducta sexual sana, sino es tener capacidad para controlarla.
El tratamiento de la conducta sexual compulsiva generalmente comprende psicoterapia, medicamentos y grupos de autoayuda. Un objetivo principal del tratamiento es ayudarte a controlar los impulsos y a reducir los excesos en la conducta mientras mantienes actividades sexuales saludables.
Si tienes una conducta sexual compulsiva, es posible que también necesites tratamiento para otro trastorno de la salud mental. Las personas con conductas sexuales compulsivas suelen tener problemas de alcoholismo o abuso de drogas u otros problemas de salud mental, como ansiedad o depresión, que requieren tratamiento.
Las personas con otras adicciones o problemas graves de salud mental o que representan una amenaza para los demás pueden beneficiarse al principio con un tratamiento hospitalario. Ya sea hospitalario o ambulatorio, el tratamiento puede ser intenso al comienzo. Y es posible que sientas que un tratamiento periódico y continuo a lo largo de los años es útil para prevenir recaídas.
Psicoterapia
La psicoterapia o terapia psicológica, puede ayudarte a aprender a controlar tu conducta sexual compulsiva. Los tipos de psicoterapia comprenden:
- La terapia cognitivo-conductual (TCC): que te ayuda a identificar comportamientos o creencias negativos y poco saludables, y a reemplazarlos por formas de afrontamiento más adaptativas. Aprendes estrategias para hacer que estas conductas sean menos privadas y para que no te resulte tan sencillo acceder a contenidos sexuales.
- La terapia de aceptación y compromiso (ACT): que es una forma de terapia cognitiva conductual, se centra en la aceptación de los pensamientos y los impulsos, así como en el compromiso de adoptar estrategias para elegir acciones que se ajusten a los valores importantes.
- La psicoterapia psicodinámica, que se centra en ayudarte a reconocer los pensamientos y los comportamientos inconscientes, a desarrollar nuevas perspectivas de tus motivaciones y a resolver conflictos.
Estas terapias se pueden realizar de manera individual, grupal, familiar o en pareja.
Tratamiento farmacológico
Además de la psicoterapia, ciertos medicamentos pueden ser útiles porque actúan sobre las sustancias químicas del cerebro relacionadas con los pensamientos y comportamientos obsesivos, reducen las «recompensas» químicas que estos comportamientos proporcionan cuando actúas en respuesta a ellos o reducen los impulsos sexuales. Los medicamentos adecuados para ti dependen de tu situación y de otros trastornos de salud mental que puedas tener.
Los medicamentos que se usan para tratar la conducta sexual compulsiva se recetan principalmente para tratar otros trastornos. Por ejemplo:
- Antidepresivos. Ciertos tipos de antidepresivos utilizados para tratar la depresión, la ansiedad y el trastorno obsesivo compulsivo pueden ser útiles para tratar la conducta sexual compulsiva.
- Naltrexona. La naltrexona (Vivitrol) se suele utilizar para tratar el alcoholismo y la dependencia de los opioides, ya que bloquea la parte del cerebro que siente placer con determinadas conductas adictivas. Puede ser útil para tratar las adicciones conductuales, como la conducta sexual compulsiva y la ludopatía.
- Estabilizadores del estado de ánimo. Estos medicamentos se utilizan generalmente para tratar el trastorno bipolar, pero pueden reducir los impulsos sexuales compulsivos.
- Antiandrógenos. Estos medicamentos reducen los efectos biológicos de las hormonas sexuales (andrógenos) en los hombres. Debido a que reducen los impulsos sexuales, los antiandrógenos se suelen usar en hombres cuyas conductas sexuales compulsivas son peligrosas para los demás.
Grupos de autoayuda
Los grupos de autoayuda y de apoyo pueden ser útiles para las personas con conducta sexual compulsiva y para afrontar algunos de los problemas que provoca. Muchos grupos siguen el modelo del programa de 12 pasos de Alcohólicos Anónimos (AA).
Estos grupos te pueden ayudar a lo siguiente:
- Aprender acerca del trastorno
- Encontrar apoyo y comprensión de tu afección
- Identificar opciones de tratamiento adicionales, así como conductas y recursos para afrontar el trastorno
- Ayudar a prevenir las recaídas
Los encuentros de estos grupos pueden hacerse por Internet o en persona, o de ambas maneras. Si te interesa participar en un grupo de autoayuda, busca uno que tenga buena reputación y que te haga sentir cómodo. Dichos grupos no son para todos los gustos. Pídele a tu profesional de salud mental que te sugiera grupos o consulta con él sobre alternativas a los grupos de apoyo.
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