La mayoría de los padres intentan darlo todo por sus hijos y hacer todo lo que tienen a su mano para satisfacer sus necesidades, pero incluyendo los padres con las mejores intenciones pueden equivocarse y actuar de manera dañina para sus hijos.
¿A que hace referencia el término de “padres tóxicos”?
Se refiere a los padres que, por sus características de personalidad o vivencias pasadas, dañan o alteran la vida de sus hijos, desde la infancia hasta la adultez. Los hijos de padres tóxicos, cuando se convierten en adultos, son inseguros, con baja autoestima, sumisos y serán emocionalmente inestables.
Las relaciones toxicas con los padres incluye que estos no tratan a sus hijos con respeto como individuos. No se comprometen, toman responsabilidad por su comportamiento o se disculpan. Con frecuencia, estos padres sufren de un desorden mental o tienen problemas.
Cuando no han sanado las heridas, los padres tóxicos pueden volvernos a lastimar en maneras que hacen que el crecimiento y la recuperación se vuelvan difíciles. Cuando crecemos con padres disfuncionales, puede que no los reconozcamos como tales, incluso puede que estemos en negación y no nos demos cuenta de que se ha abusado de nosotros emocionalmente, particularmente si nuestras necesidades materiales si se satisfacían.
Conductas toxicas de los padres
Algunos padres van más allá de los simples errores y realizan conductas toxicas que perjudican seriamente el crecimiento de su hijo y su salud emocional.
¿Cuáles son las conductas perjudiciales de los padres hacia sus hijos o cuáles son esos comportamientos tóxicos de los progenitores?
- Autoritarios, poco tolerantes e intransigentes
Los padres autoritarios son aquellos que obligan a sus hijos a comportarse de determinada manera, sin tener en cuenta sus necesidades y emociones. Son intolerantes e inflexibles y hacen sentir mal a sus hijos, mostrándose incluso agresivos cuando sus hijos no actúan como ellos desean. Esto incluye sacar las cosas de contexto y actuar de manera desproporcionada en muchas ocasiones. Son padres que muestran una comunicación escasa con sus hijos e intentan criar hijos obedientes, pero también dependientes. Al ser poco afectuosos, sus hijos acaban siendo poco alegres o espontáneos.
Son padres que no aceptan las opiniones o ideas distintas de las propias o no transige con ellos.
2. Controladores
El terror de los padres a que ya no sean necesarios, los motiva a asegurarse de que sus hijos continúen necesitándolos eternamente. El rol parental es todo para estos padres, no saben ser otra cosa. El control toma la forma de preocupación, le dicen a sus hijos que hacen las cosas por su bien. El control puede ser sutil, escondido bajo “sabios consejos” o puede ser directo, con amenazas.
3. Sobreprotectores
La mayoría de los padres quieren que sus hijos estén bien se preocupan por ellos, pero algunos padres convierten esa conducta en un comportamiento totalmente toxico. Por ejemplo, cuando no dejan a sus hijos salir a pasear en bicicleta por miedo a que tengan un accidente. Esto hace que sus hijos se vuelvan inseguros y no desarrollen su propia autonomía, además de que no les dejan disfrutar de su vida.
4. No aceptan sus amistades
Los padres tóxicos no aceptan las amistades de sus hijos porque tienen expectativas de quien debe o no mezclarse con ellos. Ya sea porque no tienen la carrera, porque llevan tatuajes o por no ser como ellos quieren que sean. Los padres tienen que dejar a sus hijos vivir su vida.
5. Demasiado críticos
Son padres que raramente elogian a sus hijos y no suelen ser conscientes de que no saben que con sus reproches continuos, acaban reforzando el mal comportamiento que pretende corregir. Criticar trae consigo, juzgar censurar y condenar, lo que hace que los hijos se pongan a la defensiva y responsan con hostilidad y desconfianza.
6. Poco afectuosos
Los hijos necesitan sentir el cariño de sus padres, especialmente cuando se sienten solos. El cariño del hogar puede ayudar a pasar los malos ratos y crea vínculos afectivos que luego el niño aprende. Los modelos familiares que no tienen su base en el afecto y la confianza, pueden provocar problemas en las relaciones interpersonales de los hijos en el futuro.
7. Manipuladores
Hay padres que, de manera consciente o inconsciente, tienen una actitud manipuladora y que dañan profundamente a sus hijos porque en ocasiones, no pueden escapar de ellos.
Los padres manipuladores son tan hábiles en ocultar sus verdaderas intenciones, que sus hijos viven en un mundo de confusión constante. De alguna manera saben que los han engañado, pero no pueden entender cómo. A veces esta manipulación suele presentarse como una ayuda muy bienintencionada, pero que esconde otra intención detrás. ¿Cómo podemos ser malos con alguien que se muestra tan bueno con nosotros? Los padres manipuladores a veces utilizan a sus propios hijos, unos en contra de otros.
8. Poco comunicativos
En el caso de la relación de padres-hijos es especialmente necesario para su correcta educación. Los padres poco comunicativos evitan tener conversaciones con sus hijos y no tienen en cuenta sus necesidades. Los padres deberían tener en cuenta no solo lo que dicen, sino también cuándo lo dicen y deberían ser expertos en la escucha activa de sus hijos.
9. Demasiado exigentes
Hay algunos padres que son demasiado exigentes con sus propios hijos y que no tolerar sus fracasos. Estos padres críticos, son demasiado perfeccionistas y esperan que sus hijos lo hagan todo bien y piensan que la manera de conseguirlo es recordándoles sus errores una y otra vez. Este tipo de comportamiento puede provocar un daño psicológico y emocional que puede acompañar a los hijos por el resto de su vida.
10. Son egoístas
Es el caso en el que los padres solo piensan en sí mismos y causan mucho sufrimiento en los hijos que no pueden sentirse queridos.
11. Planificar su carrera profesional
La preocupación de los padres porque sus hijos tengan la vida que ellos desean, puede hacer que sus hijos acaben eligiendo su carrera profesional en función de los gustos de sus padres. Cada uno debe vivir la vida en función de sus propios sueños y expectativas, no reproducir la de sus progenitores.
12. Culpar a los hijos de los propios fracasos o frustraciones
Algunos padres no están a gusto con sus propias vidas y como consecuencia, su autoestima puede estar baja y pueden mostrarse bastante irritables y poco pacientes. Estos padres pueden cometer el error de proyectar sus fracasos, en la gente que les rodea, especialmente en sus hijos.
13. Proyectar fantasías o sueños en sus hijos
Mientras algunos pueden culpar a sus hijos por sus fracasos, otros pueden proyectar sueños fallidos o expectativas no cumplidas en los más pequeños. Pretenden que sus hijos vivan la vida que ellos no han podido vivir.
14. Son un mal modelo
Los padres son ejemplos para los hijos y son los modelos más importantes para su vida, porque en ellos se ven reflejados y suelen heredar ciertos hábitos, costumbres e incluso comportamientos. Cuando los padres no dan ejemplo y son un mal modelo, los hijos corren el riesgo de aprender conductas nocivas. Eso sin tener en cuenta el daño emocional que les pueden hacer.
15. Perfeccionistas
Existen padres que son demasiado exigentes con sus hijos, colocan en ellos expectativas imposibles, desean en algún punto que ese hijo perfecto convierta a toda la familia en perfecta. Imponen a sus hijos objetivos inalcanzables, expectativas imposibles y reglas cambiantes.
16. Maltratadores físicos y verbales
Algunos padres emplean la violencia física y/o verbal. Los padres maltratadores crean problemas serios en la autoestima de sus hijos y provocan un daño que puede ser difícil de borrar de la memoria.
Estas son algunas preguntas que debemos hacernos sobre el comportamiento de nuestros padres. Si estas conductas con crónicas y persistentes, serán toxicas para nuestra autoestima.
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- ¿Me controlan? (“se hace a mi mono o no se hace”)
- ¿Tienden a sobre-reaccionar o causar una escena?
- ¿Usan el chantaje emocional?
- ¿Hacen solicitudes frecuentes o poco razonables?
- ¿Critican o comparan?
- ¿Me escuchan con interés?
- ¿Manipulan, usan la culpa o se hacen la victima?
- ¿Me culpan o atacan?
- ¿Se responsabilizan y disculpan?
- ¿Respetan mis limites físicos y emocionales?
- ¿Hacen menos mis sentimientos y necesidades?
- ¿Me envidian o compiten conmigo?
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¿Cómo poner limite a los padres tóxicos?
Al hablar de límites, normalmente se habla de los límites que hay que ponerle a los hijos en casa, pero ¿qué pasa cuando esos hijos son grandes y tienen sus propios hogares? ¿Quién pone límites a esos padres? Es cierto que nuestros padres siempre estarán ahí para aconsejarnos, guiarnos y ayudarnos, pero ¿qué sucede cuando esta guía se transforma en control, los consejos en ordenes y la ayuda en dependencia?
Lo primero que se debe hacer es desmitificar la creencia de que toda acción que hagan nuestros padres es “buena”, puesto que cada persona actúa según su forma de pensar y su forma de sentir y nuestros padres no son la excepción a esta realidad.
De acuerdo con esto, es responsabilidad de cada hijo identificar las “programaciones negativas” que tienen nuestros padres para poder trascenderlas e ir mejorando generación a generación.
Todos tenemos un padre o madre que amamos pero que tiene una enorme necesidad de controlar nuestra vida, incluso cuando ya somos adultos. Este tipo de padres no buscan tu autonomía, sino que dependas de ellos.
Es importante decir que al poner límites a nuestros padres, iniciamos la modificación estos “programas negativos” que muchas veces arrastramos de nuestra familia y a la par, estamos sanando todo nuestro árbol genealógico. Así nos aseguramos de que no traspasar la misma “necesidad emocional” en nuestros hijos.
Puede que tengamos problemas poniéndole nuevos límites a nuestros padres. Las relaciones con padres tóxicos pueden ser difíciles de abandonar. Puede que necesitemos distanciarnos de nuestros padres para crear esos límites que no podemos crear verbalmente. Algunas personas se alejan de sus familias por esa razón o debido a enojos sin resolver y resentimientos de la infancia. Puede que sea necesario cortar por completo de ambientes abusivos. Sin embargo, aunque reduce la tensión emocional, los problemas subyacentes permanecen y pueden afectar todas nuestras relaciones. Muchos terapeutas familiares sugieren que la manera ideal de hacernos independientes de nuestras familias es trabajar en nosotros mismos con terapia y luego visitar a nuestros padres y practicar lo que hemos aprendido. Es mucho mejor para nuestro crecimiento aprender a responder a los abusos. Debemos conocer hasta dónde estamos dispuestos a llegar cuando estamos con nuestros padres. ¿Es una visita de un día o una hora o una llamada telefónica breve?
Para poner limites a los padres:
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- Deja de usarlos cuando te conviene.
- Pregúntate qué necesitas realmente.
- Renuncia a tu necesidad de cambiarlos o rescatarlos, ellos no van a cambiar.
- Observa que ya no son tus padres, son dos adultos igual que tú.
- Sé empático, no se trata de tratarlos mal.
- Sé autónomo y busca momentos con ellos dirigidos y fuera del sistema.
- Diles lo que aprecias de su presencia y lo que hoy no quieres más.
- Haz un acuerdo razonable para ambas partes.
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Para establecer límites con tus padres tóxicos
Piensa detenidamente si deseas cortar todo contacto con ellos
Puede ser muy difícil tomar la decisión de alejarse por completo de un padre toxico. En algunos casos, podrías tener que cortar todo contacto para garantizar tu salud mental y tu felicidad. En otras ocasiones, podrías ser capaz de mantener una relación al establecer mejores limites personales con tus padres. Deberás tomar esta decisión, teniendo en cuenta tu bienestar a largo plazo.
No te quedes a merced de tus padres
Si decides conservar la relación con tus padres, deberás indicarle que ahora eres un adulto independiente. No te expongas a situaciones en las que no puedas alejarte si fuese necesario. En lugar de ello, fija límites sobre los momentos y los lugares en los que veras a tus padres.
Toma el control de las conversaciones
Si tus padres suelen tomar el control de las conversaciones menospreciándote o dándote órdenes, deberás cambiar el tema y evitar que sigan si esto no da resultados, diles que tienes que irte y termina la conversación.
Indícale a tus padres cuáles son los comportamientos que ya no aceptarás
Fija límites para aquello que no estés dispuesto a tolerar. Luego, deberás decirles qué es lo que necesitas de ellos y qué medidas adoptaras si no respetas tus límites.
Aléjate de tus padres si no respetan tus limites
Si tus padres tóxicos ignoran tus peticiones, tendrás que alejarte de la situación. Podrás defenderte si te alejas, cuelgas el teléfono o cumples alguna otra consecuencia.
Qué hacer ante los padres tóxicos
Para los hijos de padres tóxicos, las heridas podrían parecer haber cicatrizado y es posible que los traumas sanen por si solos, pero también puede que aún siga afectando hasta cierto punto.
Los padres tóxicos son figuras parentales que de alguna manera no fueron capaces o no estuvieron dispuestos a darte el amor, apoyo o ambiente seguro que necesitabas de niño y los limites y el respeto que te mereces como adulto. El primer paso, es el reconocimiento de la toxicidad. Tener padres tóxicos puede dañar mucho, incluso si no eres consciente de ello.
Toma distancia de tu padre tóxico
Si le alejas de tu padre toxico, será de utilidad para sentirte lo suficientemente seguro como para defenderte de adulto. Deberás reducir la comunicación y las visitas por un tiempo. determina qué es lo que sientes, cuando tu padre juega un papel menos predominante en tu vida.
Asume la responsabilidad de tu propia salud emocional
Si uno de tus padres o ambos son tóxicos, tendrás que brindarte el apoyo y los cuidados que ellos debían haberte dado. Esta no es una situación ideal (ni justa), pero mientras más pronto la aceptes, mayor será la rapidez con la que puedas de tus padres y tratar de recuperarte.
Aumenta tu autoestima
Si cuestionas las frases negativas sobre tu persona, esta será una manera eficaz de empezar a remediar el daño generado por una crianza toxica. Si tu padre se burla de ti, te menosprecia con frecuencia, podrías hacer adoptado el habito de criticarte duramente, quizás incluso con su tono de oz. Silencia esta voz critica interior y recuerda tus fortalezas.
Obtén ayuda profesional
Lo mejor que puede hacer cualquier persona con un padre toxico, es buscar ayuda profesional, pero si no puedes tener un terapeuta o un consejero, hay otra opción para ti: la investigación de lo que significa ser un hijo de padres tóxicos y cómo puedes autoapoyarte a través de la situación. Un texto recomendado para los hijos de padres tóxicos es “Padres que Odian”, de Susan Foward.
Conecta con tus hermanos (si los tienes)
Dependiendo de tu tipo de toxicidad, tu relación con tus hermanos puede ser anormalmente fuerte o ser una relación fracturada. Hay muchas obstáculos potenciales para habar de tu infancia toxica de manera realista con tus hermanos, pero es importante que intentes hacerlo.
Los niños son pasivos por definición: no tienen voz ni poder físico sobre su entorno o situaciones. Una crianza toxica exacerba esa sensación de impotencia, así como una especie de desconexión de sus propios recuerdos y reacciones.
Formar un vinculo con un hermano/a en el que compartas tus experiencias de toxicidad, le da peso a lo que realmente sucedió.
¡Recuerda con detalles, si puedes!
“¿Esto realmente sucedió?” era solo un niño. En particular, para los hijos de padres narcisistas, esta es una reacción común a los recuerdos infantiles de angustia. Se conoce como el efecto Gaslighting, donde su memoria es defectuosa y que su punto de vista no es de fiar.
Los hijos de padres tóxicos pueden reconocer este comportamiento íntimamente pero otros no. La toxicidad toma todas las formas y la negación puede no haber sido parte de tu ecuación. En tu búsqueda de sanación, recontactar con tu memoria intima puede ser algo difícil, pero si con frecuencia se te han negado tus propios sentimientos y experiencias, puede valer la pena darle a tus memorias el valor que se merecen.
Reconoce que el perdón no siempre es necesario
El perdón es imposible si alguien todavía te esta haciendo daño. El perdón no es una virtud automáticamente merecida por la gente que amas, sólo porque tu los amas. La toxicidad puede causar grandes estragos y para merecer el perdón, es justo pedir que los padres muestren un cierto reconocimiento, incluso si no llegan al remordimiento.
¿Cómo se puede perdonar lo que todavía sucede y lo que nunca puede ser resulto? En situaciones de abuso en curso, negación, ira o patrones tóxicos que se repiten, el perdón no tiene que estar en la mesa.
Encuentra a otras personas que hayan tenido experiencias similares
Una de las cosas más poderosas que atañe a una experiencia de crianza tóxica es que puede parecer completamente ineludible y extremadamente aislante; la vergüenza, la culpa, el “secreto de familia”, el control monetario y otras fuerzas adultas que a menudo mantienen al hijo en una zona de silencio en la dinámica.
Al compartir tu experiencia, puedes notar una gran cantidad de energía que fluye y te das cuenta de que no estás solo en tu situación. Considera la posibilidad de ser abierto acerca de lo que te pasó y escuchar cuando las personas comparten sus propias historias. Pude ser en terapia de grupo, o con personas que ya conoces, o nuevas en tu vida.
Si comienzas a conocer gente y a leer sobre otras infancias tóxicas, puedes empezar a negar el poder destructivo de la tuya propia (tal vez la tuya parezca que en comparación “no es tan mala”). Después de todo, muchos de nosotros crecemos a través de toda nuestra infancia con padres tóxicos sin darnos cuenta de que son inherentemente tóxicos, solamente llegando a ver la realidad desde la edad adulta. Lo que te pasó fue real y perjudicial; la función de otras narrativas es solo para reforzar tu sensación de comunidad, no para quitarle valor a tu propia historia.
Consecuencias de tener padres tóxicos
Los hijos no encuentran relaciones de confianza
Este es un problema bastante común. Si los padres están destinados a ser los principales cuidadores y proveedores de seguridad y la realidad, es que no son capaces de dar un apoyo real, entonces los hijos crecen teniendo dificultad para encontrar red de apoyos. Debido al modelo particular que se tiene, no existirá una visión saludable de las relaciones y de forma subconsciente se piensa que se recibirá el mismo trato que los padres les daban.
Esto puede conducir a un auto-sabotaje, a un comportamiento de relaciones destructivas, a ser dependiente emocional y a tener problemas de apego. Las personas se sentirán temerosas de que haya algo malo en las relaciones porque nunca han tenido la oportunidad de sentir confianza en sí mismas.
Los hijos tendrán miedo al fracaso o al rechazo
Una persona que crece con padres tóxicos tendrá problemas ante el miedo o el rechazo, ya que sus progenitores tenían reacciones aterradoras ante cualquier cosa que no fuese éxito (a su parecer). Los niños pierden el valor de sí mismos e incluso su dignidad al crecer pensando que tienen que ser los mejores en todo o sino, no recibirían el amor de sus padres. Crecen sin ser nunca lo suficientemente buenos y sin tener una base en la que poder cultivar una buena autoestima.
Los hijos tendrán reacciones extremas y confusas
En ocasiones puedes tener reacciones emocionales extremas que te hagan sentir confundido/a con tu salud emocional. Es posible que una persona se encuentre con sentimientos contrariados sobre las decisiones conscientes y que no sepa de dónde viene tantos sentimientos confusos. En ocasiones sólo hay que pararse y recordar las reacciones de los padres ante diferentes situaciones para saber si son comportamientos aprendidos (y que por tanto, se pueden desaprender).
Los hijos sufrirán del abandono emocional
Cuando los padres tóxicos anteponen sus necesidades antes que las de sus hijos, los pequeños sienten abandono emocional. Si creciste con un padre que fue un abusador verbal o físico, un manipulador o cualquier tipo de perfil tóxico, sabrás que significa el abandono emocional y que tus necesidades estén siempre en último lugar. Es probable que tus decisiones emocionales sigan ancladas al pasado.
Las personas que crecen en abandono emocional se acostumbran a lidiar con el dolor, la ira y seguramente, les dará lugar a problemas emocionales más graves.
Los hijos lidiarán con una voz interior demasiado crítica
Los hijos de padres tóxicos a menudo tienen graves problemas de autoestima o de valía personal. Los padres tóxicos no dan el apoyo necesario para construir una base de confianza en sí mismo, pero va más lejos que eso. Muchos hijos de padres tóxicos sufren de tener una “voz demasiado crítica en su interior” que les dice (igual que hicieron sus padres): que es una persona estúpida, inútil, tonta, indigna, un fracaso o un despojo humano. Esto acarreará graves problemas de desarrollo.
https://psicologiaymente.com/social/padres-toxicos
https://revistavive.com/limites-padres-sin-limites/
https://es.wikihow.com/alejarse-de-un-padre-t%C3%B3xico
https://www.psychologytoday.com/co/blog/12-indicadores-de-que-la-relacion-con-nuestros-padres-es-toxica
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